Nada es tan reconfortante como poner los pendientes al día, sobre todo después de un atraso de más de un mes; es un respiro que debe ser gozado con un solemne suspiro, un alivio y una carga menos que provocan que la carga de la batería se reponga, que las motivaciones para continuar con el día a día crezcan, que el estado de ánimo en general mejor.
Así es, por fin logré poner al corriente mi lista de pendientes laborales, por fin.
Felicitome a mi mismo! :)
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